LIGAMENTO PANCREATICO
LIGAMENTO
PANCREATICO
BAZO
VIRUS DEL NILO
Revisar:
​
Complemente con:
Virus que provoca la fiebre del Nilo Occidental. de origen africano subsahariano que produce encefalitis en equinos y humanos.
El virus del Nilo Occidental puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso. Se encuentra por lo común en África, Europa, el Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental. Se mantiene en la naturaleza mediante un ciclo que incluye la transmisión entre aves y mosquitos. Puede infectar a los seres humanos, los caballos y otros mamíferos.
-
El virus del Nilo Occidental puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso en los seres humanos.
-
Sin embargo, casi el 80% de las personas infectadas no presentan síntoma alguno.
-
El virus del Nilo Occidental se transmite a las personas principalmente por la picadura de mosquitos infectados.
-
El virus puede causar una enfermedad grave en los caballos.
-
Hay vacunas contra la afección equina, pero aún no las hay para las personas.
-
Las aves son los hospedadores naturales del virus del Nilo Occidental.
​
Cuadro clínico
La infección por el virus del Nilo Occidental es asintomática en aproximadamente un 80% de las personas infectadas; en las demás puede causar la fiebre del Nilo Occidental o una afección grave.
Aproximadamente un 20% de las personas infectadas por este agente patógeno presentan la fiebre del Nilo Occidental, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos.
Los síntomas de afección grave (también llamada enfermedad neuroinvasora, como la encefalitis o meningitis del Nilo Occidental o poliomielitis del Nilo Occidental) son dolores de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis.
Se calcula que aproximadamente 1 de cada 150 personas infectadas llegan a padecer una afección más grave. Esta puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien los mayores de 50 años y las personas con inmunodeficiencia (por ejemplo, pacientes que han recibido trasplantes) tienen el mayor riesgo al respecto.
El periodo de incubación suele durar entre 3 y 14 días.